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DATOS DE LA RUTA

DENOMINACIÓN: Sendero el Álamo (Teror).

TIPO: Circular.

DIFICULTAD: Moderada. Perfectamente podría ser fácil, pero tiene dos escaleras (tipo escalas) muy verticales, que sirven para salvar dos desniveles, que pueden ser algo delicadas para niños menores de 12 años. El resto no tiene dificultad alguna.

DISTANCIA: 6,040 km. (Distancia aproximada medida con aplicación de móvil). 

PUNTO MÁS ALTO: 703 metros.

PUNTO MÁS BAJO: 569 metros.

PUNTO DE PARTIDA: Plaza del Pino (Teror).

HORA DE SALIDA: 9:09 horas.

PUNTO DE LLEGADA: El mismo.

HORA DE LLEGADA: 12:01 horas.

DURACIÓN: 2 horas 51 minutos. (Se cuenta el tiempo en movimiento, paradas puntuales para disfrutar de la naturaleza, descanso para el avituallamiento, paradas técnicas para consultar el recorrido, toma de fotos,…).

FECHA DE REALIZACIÓN: 26/03/21

FUENTE: Como guía usamos el vídeo publicado en Facebook por el ayuntamiento de Teror. Es un sendero recientemente habilitado por dicho ayuntamiento que transcurre por el barranco cercano al barrio del Álamo. La verdad es que la idea del vídeo ha sido muy buena y lo justifican porque aún no han podido poner la señalización correspondiente en el sendero.

NOTA: Las distancias que menciono en las descripciones de las rutas, están medidas con la aplicación que uso para las rutas y también por Google Maps. Por ello, ruego se la tomen como orientativas pues he observado que, a veces, sobre todo las medidas del móvil, no son muy exactas debido a pérdidas de cobertura de GPS. Cuando la pérdida es muy significativa, edito el track para ajustarlo lo más posible a la realidad.

COMO LLEGAR AL INICIO DE LA RUTA: Para llegar al inicio de la ruta hay que llegar a Teror, un pueblo encantador en las medianías de Gran Canaria y muy conocido por su Basílica donde se venera la imagen de la Virgen del Pino, patrona de Gran Canaria. Teror dista de la capital de la isla unos 21 km. Las rutas más habituales para llegar, partiendo de Las Palmas de Gran Canaria, son la GC-21, pasando por Tamaraceite, y la GC-3 dirección hacia Arucas y después de pasar por dicha ciudad, tomar la GC-43 dirección Teror. En el pueblo hay varios aparcamientos tanto de uso libre como de pago. Si vas el fin de semana hay más problemas para aparcar pues la Villa Mariana de Teror atrae a muchos visitantes. Nosotros tuvimos suerte pues fuimos entre semana y aparcamos en la Avenida Néstor Álamo cerca del aparcamiento subterráneo y de la salida y llegada del inicio de la ruta.

Perfil de la ruta.
Gráfico de la ruta.

El inicio lo hicimos, como no podía ser de otra forma, delante de la Iglesia de Teror, en la plaza de Nuestra Señora del Pino. Dejamos la la plaza, dándole la espalda a la Basílica, por nuestra derecha por la calle que baja y que pasa por delante de la plaza Teresa Bolívar.

Seguimos recto por la calle Los Viñátigos y cruzando un par de calles llegamos a la calle Ignacio Quintana Marrero. En este momento la calle curva a la izquierda y ya no aparecen casas por su derecha.

Pronto llegamos al cruce con la calle Real del Álamo donde giramos 180 grados a la derecha.

En unos metros la carretera pasa por encima del barranco de Teror que aún hoy lleva algo de agua. Seguimos por una calle asfaltada, muy estrecha y aunque es de poco tráfico hay que andar con mucho cuidado por ella. A los pocos metros llegaremos a un cruce con tres opciones: de frente, izquierda y derecha. La de la izquierda es el camino de La Fuente y hacia la derecha seguiríamos por el Camino Real del Álamo. La nuestra es seguir de frente para entrar en la calle Monteverde. Como referencia de este cruce tenemos una señal de tráfico de «Carretera sin salida».

En 90 metros más abandonamos el asfalto por nuestra derecha por un hueco que hay entre una gran puerta metálica de una finca y la valla de la carretera. No hay ninguna indicación por lo que hay que estar atento al lugar porque ahí dejaremos el asfalto e iniciaremos la bajada hacia el barranco. Hemos hecho, desde el inicio de la ruta, 650 metros por asfalto. Ahora toda la caminata será por el cauce del barranco y volveremos al asfalto al final para regresar a Teror.

Hacia la mitad de la bajada nos encontramos una edificación de frente, por lo que el camino gira a la derecha.

El descenso al barranco es por un sendero hormigonado y escalonado al principio que termina en unos pocos metros cuando vemos a nuestra derecha un muro de piedra seca y en frente un pequeño puente llamado «El Muñigal». Unos metros antes del puente giramos a la izquierda para descender un poco más, ahora por un sendero de tierra, y ya estamos en el cauce del barranco.

A partir de aquí avanzamos por el lecho del barranco sin problema alguno, más que algunos pequeños obstáculos naturales, propios de un barranco, pero que se salvan sin ninguna dificultad. Por ejemplo, encontramos troncos de árboles caídos, un derrumbe de piedras de la vertiente izquierda, algún hilito de agua corriendo en algunas zonas, algo de barro y poco más. Tampoco tendremos problemas con la orientación debido a la inexistencia casi total del cruces. Siguiendo el lecho siempre de frente hasta el final.

El sendero por el barranco es cómodo, prácticamente sin desnivel salvo los dos que pasaremos usando las escalas colocadas al efecto. Estos dos pasos artificiales facilitan la superación de dos alturas que sin las escalas hubiera sido bastante difícil pasar. A lo largo del recorrido las encontraremos sin dificultad. La primera aparece aproximadamente al hacer el primer kilómetro del día y es la más grande de las dos. Parece ser que tiene 4 metros de altura y es metálica, con los escalones de madera y un pasamano de cuerda gruesa. Subiéndola con precaución no hay ninguna dificultad.

La otra escala la encontramos aproximadamente un kilómetro después, en el kilómetro 2 de la ruta. El desnivel a salvar en este caso es menor por lo que la escala que han colocado es más pequeña. En ambos casos, los caideros de agua que hay tras la escalas tenían un hilito de agua. No hay que olvidar que la cantidad de litros recogidos en este invierno por los pluviómetros de Teror, han sido muy abundantes.

El barranco a lo largo de todo su recorrido destaca por su frondosidad y es que la vegetación invade las dos laderas. Su vegetación es muy variada ya que se ven muchas especies vegetales que me es imposible describir por desconocimiento. Hay algunas conocidas como: eucaliptos, capuchinas, tuneras, verodes, pitas, cañas, costilla de Adán, helechos,… Todo esta variedad de vegetación lo convierten en un auténtico vergel. A nivel popular, es indudable que el principal atractivo lo constituyen, curiosamente, los dos elementos artificiales, descritos anteriormente, para salvar los dos grandes desniveles del barranco.

Superada la segunda escala, pasamos por debajo de una pasarela aérea y poco después llegamos a una zona un poco más ancha que el resto del barranco donde divisamos el único cruce del recorrido que nos podría hacer dudar del sentido de nuestra ruta, pero seguimos de frente por el cauce del barranco sin tomar ningún desvío en dicho cruce de caminos.

Otra curiosidad que veremos varias veces a lo largo del cauce son unos troncos de árboles colocados horizontalmente y agrupados en un número reducido (dos o tres) y sostenidos con otros troncos más pequeños colocados verticalmente. Estas estructuras creo que las han colocado para retener un poco el avance del agua para que la erosión del cauce sea menor.

Llegando al final del recorrido nos encontramos con un desprendimiento de piedras de la ladera izquierda del barranco que ha invadido el cauce por lo que nos vemos obligados a superarlo para seguir nuestro camino.

Pasamos ahora por debajo de un puente que sostiene el paso de la carretera por encima del barranco. Es conocido como «La Molineta». Poco después vemos unos pilares que sostienen lo que parece una canalización de agua que cruza de un lado a otro el barranco. Unos pocos metros antes de esa estructura giramos a la izquierda 180 grados para ascender una corta rampa que nos conduce a una carretera asfaltada donde empezaremos el recorrido de vuelta. Antes aprovechamos el lugar para hacer el descanso del día.

Al llegar al asfalto giramos a la izquierda para pasar, ahora por su parte superior, el puente de «La Molineta». Después de pasar el puente giramos a la derecha y seguiremos un recorrido asfáltico hasta el pueblo de Teror.

Afortunadamente vamos por una carretera secundaria con escaso tráfico y que comunica algunos barrios de Teror con la villa. Este primer tramo es ascendente hasta llegar a un pequeño cruce en cuyo margen izquierdo nos informa que estamos en «El Quebradero». Seguimos de frente y empieza un ligero descenso.

En unos 250 metros llegamos a un núcleo de casas que es conocido como «El Álamo». Por la derecha están la mayoría de las casas y a la izquierda vemos una cancha deportiva y un local social del barrio. Superada estas dos instalaciones se nos presenta un cruce. Podemos seguir de frente o girar a la izquierda pasando por el lateral del local social. Ambas direcciones son válidas pues transcurren paralelas y unos metros más adelante se encuentran. Nosotros optamos por girar a la izquierda.

Sesenta metros después giramos a la derecha para entrar en la calle «Pintora y escultora Pino Falcón». Tras 230 metros esta calle desemboca en un cruce donde giramos a la izquierda para entrar en la calle «Paseo La Ligueña».

Por esta caminamos 350 metros hasta el cruce con el «Paseo de Florián». Nuevo giro a la derecha para acceder a dicha calle. Ya estamos cerca del casco urbano de Teror.

Recorremos 500 metros y llegamos al cruce con la calle «El Chorrito» donde volvemos a girar a la derecha. A la izquierda obviamos la calle que sube, «Las Peñas».

En 450 metros llegamos a la calle «Obispo Marquina» con el Palacio Episcopal a nuestra izquierda y delante de nosotros la trasera de la Basílica del Pino desde donde nos dirigimos a la cercana Avenida Néstor Álamo donde aparcamos nuestro vehículo.

GALERÍA FOTOGRÁFICA

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